Blog Equipo 7 Teorías de la Comunicación III

Una definición simple del ciberespacio nos abre el camino hacia el entendimiento entre las personas desde distancias tan cortas como de una ventana a ora de nuestra casa hasta los rincones más alejados y exóticos de nuestro mundo; las comunicaciones han creado un poblado por millones de datos, en el que se puede «navegar» infinitamente en busca de información, esa que nos conecta con el mundo que nos rodea, nos hace más inteligentes y más solitarios.

Los conceptos de ciberespacio, esa madre de la modernidad y la civilización encuentran sus ancestros en el siglo XV con la llegada de la imprenta, una máquina que tecnificó las cosas por que ya no era necesaria la participación de los seres humanos para la creación de libros, ni mucho menos la interferencia de la iglesia. Estas publicaciones se comenzaron a realizar en latín y griego o cómo decían los intelectuales de aquellos años "palabras y números: verdad".

Una de las cosas menos imprescindibles de aquellos años era la filosofía presente en todos los aspectos cómo las notas musicales, manuales de geometría, cantidades de energía y el magnetismo, lo que provocó que artefactos cómo los relojes fueran catalogados de "religioso", así se da un gran paso al descubrimiento de nuevas ciencias desde la alquimia con base en los mitos de aquellos tiempos; el ser humano se excitaba y descansaba en los brazos del descubrimiento de sueños cómo el dorado, el santo grial y hasta se creía las profecías de Nostradamus, pero lo más rescatable fue que estas proposiciones afectaron rubros cómo la agricultura, permitieron la creación de los trenes y así hasta la alfabetización y el entretenimiento. Dos polos opuestos.

Más adelante, el ciberespacio se volvió a transformar con la llegada de la electricidad y el electromagnetismo en los experimentos de Volta, y Farday en 1855 con la existencia de la onda de la radio, más adelante Thomas Alba Edison, Graham Bell comenzaron con la ola de descubrimientos con el teléfono, fotografía, cine, televisión y los códigos de barras. Hoy la tecnología nos permite recopilar millones de datos en dispositivos pequeños, pero el gran mérito abarca más allá de lo que pensamos y sentimos, somos uno más de entre millones, comunicándonos en un sólo punto, un sólo espacio.